Durante mucho tiempo las estrategias de capacitación en las empresas se han gestionado divorciadas de los planes de producción o comercialización por un lado y de las evaluaciones de desempeño por otro. Sin embargo, lo que se aprende, lo que se logra con ese aprendizaje y las consecuencias de esos logros forman una trilogía inseparable. Aunque el divorcio entre capacitación, productividad y feedback del desempeño tiene explicaciones legítimas, algunos accionistas creen que ha llegado la hora de una reconciliación.
martes, 5 de junio de 2012
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