La disciplina tiene mal marketing. Su mención en la empresa suele ser “políticamente incorrecta” y la imaginería teórica del liderazgo generalmente la ubica al fondo, detrás de tolerancia, flexibilidad y complacencia. Cuando el tema se maneja inadecuadamente, por exceso o por defecto, se enredan las situaciones más simples. Veamos.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
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